Conocer nuestro tipo de piel es importante, ya que en la actualidad la mayoría de los productos tanto de cuidado facial como de maquillaje están diseñados específicamente para cada tipo. Sus componentes específicos son importantes para cumplir con las necesidades de cada tipo de piel.
A continuación te explicamos las principales características de cada tipo de piel:
Piel Normal:
Presenta un equilibrio en la cantidad de grasa, es común entre los niños y jóvenes hasta los doce años; los poros son poco perceptibles y posee una textura suave, lisa y uniforme.
Su aspecto tiene un brillo natural y firme.
Piel Seca:
Su apariencia es opaca, tirante, sin brillo, poros poco perceptibles, tiene textura fina con zonas enrojecidas.
Tiende a irritarse con facilidad y es propensa a presentar líneas de expresión finas y numerosas.
Piel Grasa:
Su apariencia es brillante con poros dilatados bastante visibles y a menudo presenta granos, barros y espinillas.
Posee una textura gruesa y en general es más resistente que la piel seca.
Piel Mixta:
Es el tipo de piel más común, presenta características de piel grasa en la llamada zona T (frente, nariz y mentón), en la parte lateral, la piel es normal-seca.
Una vez reconoces tu tipo de piel, debes escoger los productos adecuados para tu rutina de belleza, los cuáles te ayudan a mantener la piel libre de impurezas permitiendo que respire, aportando nutrientes que previenen el envejecimiento prematuro.